La reserva posee una amplia gama de ecosistemas que proporciona un entorno único para la vida salvaje, como demuestra las especies amenazadas ya presente dentro de sus límites, como el secretario, buitre cabeciblanco y dorsiblanco, jirafa, cerdo hormiguero, leopardo, lobo de tierra, elefante o cálao terrestre, por citar sólo algunos. Mediante un proceso de renaturalización integral, se están recuperando hábitats y especies que se extinguieron en la zona, como el licaón, el rinoceronte negro y blanco o el pangolin. 

Loziba se creó no sólo para proteger especies y sus hábitats, sino también como una oportunidad de sustento y desarrollo para las distintas comunidades locales, ofreciendo una alternativa a la caza furtiva, con una visión conservacionista y cooperativa duradera y estable. En la actualidad se están realizando trabajos para alcanzar los objetivos propuestos desde el vallado perimetral de la reserva, mejoras de hábitat, estudios del ecosistema y su fauna, para detectar los desequilibrios generados y actuar para revertirlos.